Suspiro Primaveral |
Llega, espesa entre árboles y nidos; para salvarme de la perdición; rápido se hincha en mi; y me dice: "Arriba corazón". Se abre la ventana; se enciende a gritos el calefactor; se abren las flores, !que emoción!. Poetas que, en los jardines cuelgan sus palabras; hablan, recitan; !cuanta intensidad!. Se despierta el alma; se abre la voz; se turban las miradas; !revive la pasión!. !Despertamos mi amor!; lo ves?, !hagamos un suspiro primaveral!; estamos de vuelta; !hagamos nuestras palabras sonar!. |
Enviado por Rodrigo Matías Díaz |
Sólo queda la rosa |
Profunda soledad instalada; llama apagada, sonrisa desvanecida; !tu alma aún en mi pórtico!. Calles envueltas en el viento; ternura sin razón; color seco, locura en el interior. Nido melancólico; sumamente deshecho; lágrimas cada día derramadas; ternura guardarda diluyendose en el océano. Despertar cotidiano; haciendo el mismo caminar, llegar, y andar y andar. Llegando y viendo en la mesa; sólo lo que queda, nuestra rosa blanca; diciendo: "Enamorado, que angustia y que pena". |
Enviado por Rodrigo Matías Díaz |
Odiarnos sí, olvidarnos no |
No digas que fui yo sólo el condenado; a ti también te pasó, tu odio sigue vigente, en tu silencioso corazón. Tendrías que estar contenta, de nuestro tiempo vivido, pero te quejas demasiado; y me echas la culpa sin sentido. Inmadurez que la sufro; que me condenó en mi niñez, era un completo niño; que sufrió, demasiado en su primera vez. Y quien dirá, que me diga, -sigues sufriendo por ese amor?; y yo diré "Sí"; !siempre estará ella en mis besos de pasión!. Y sin embargo no todo termina aquí, cuanto más tiempo pasa, los dos maduramos, la tierra gira; y los dos nos deseamos. Ya llegará el día, en que el artífice del destino nos una, y con tu mirada de indiferencia y la mía al pasar; sentiremos un escalofrio muy grande, y diremos: "!Sigo odiando, pero no puedo olvidar!". |
Enviado por Rodrigo Matías Díaz |
Y ella sigue |
Fue lo peor de esa historia, en la que una flecha rápida se clavó, no hubo tiempo; y una ilusión creció. Sueños alentadores y poesías relatadas; sonrisa del alma, que nunca se acaba; habla nueva, y pasión renovada. Y ese triste final que pone punto a una emoción; rostro pálido y piel de muerto, corazón destruido; que sera una máquina que al compás del movimiento haga ruido. Y ella sigue su camino, con su alegría al palpitar; y más de uno dirá: -Como no puede llorar?; !que no haya más palabras para representar a esa mujer!; esa siempre mata, !y deja a los muertos en pie!. |
Enviado por Rodrigo Matías Díaz |
Hoy |
Hoy el despertar fue distinto; hoy el sol saluda en otra posición; esta vez, su saludo no fue seco, fue a gritos: "Bien, valiente corazón". Hoy la tierra gira en torno de otra posición, las nubes de tormenta se alejan sin razón, y las flores y sus rocios; alimentan mi pasión. Y como decir, que en mi vida todo cambió?; el silencio de mi lengua expiró, !he cruzado palabras con el amor!; ella con su boca de virgen a mi me respondió. |
Enviado por Rodrigo Matías Díaz |
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